Skinheads: una historia escrita en música

Ni racismo, ni aporofobia. La cultura skinhead, como casi todos saben, está muy alejada del concepto que Hollywood nos ha vendido la mayoría de las veces: repleta de cárceles, odio interracial y nacionalismo exacerbado. La historia de los skins es la de la música skinhead, uno de los pilares fundamentales de esta cultura.

¿Es realmente la cultura skinhead una cultura racista? No. Ni de lejos. Y la respuesta la podemos encontrar ya no sólo en sus orígenes, sino en la música que vio nacer a esta controvertida tribu urbana y que ha alimentado su evolución a lo largo de las décadas.

música skinhead

El inicio musical del movimiento skin también está muy lejos del oi o del punk metal a los que hoy en día se asocia. Es una historia de ska, de hermandad e independencia, de sound systems, de calle, pero también de ideales. Es una historia de colonialismo e inmigración, de culturas compartidas, de rock y blues, de folklore jamaiquino y también de reggae.

La historia de los skinheads es la historia de su música.

SKINHEAD REGGAE

La cultura skinhead nace por una confluencia de factores socioculturales muy particulares, en un lugar muy concreto. Como en todas las tribus antisistema, tuvieron un papel crucial problemas como la inmigración, el paro o el futuro incierto; pero también la cultura de los Rude Boys, los mods, y sobre todo la música. Música que será un ejemplo de la unión entre culturas. Jamaica, Inglaterra y Estados Unidos, unidas en una influencia mutua que dió forma a algunos de los géneros que más se han extendido por el mundo hasta nuestros días.

Todo comenzó a finales de la década de los 50. (Sí, hace casi 70 años comenzaron ya a gestarse los orígenes del ska, el oi y la cultura de las botas y tirantes.) Cuando los sonidos norteamericanos llegaron a Jamaica gracias a unas pocas emisoras de largo alcance. Se convirtieron en su principal conexión con la música occidental. El blues, el r’n’b, o el jazz se popularizaron, bañaron la cultura local hasta impregnarla y comenzar a formar parte de ella. Los chicos lo cantaban por las calles. La gente quería bailarlo. Y llegó la acción: los grupos locales comenzaron a versionar estos temas dejando el indeleble sello de su estilo jamaiquino.

Esto, junto a la llegada de discos norteamericanos, construyeron una escena que pronto tendría su propio sonido (el early Reggae) y un canal de difusión único: los sound systems, con su máxima representación en el mítico camión de Duke Reid. De aquí derivarían Pama y Trojan Records,  dos sellos indispensables para la evolución del early y del skinhead reggae.

 

PRIMERA OLA DEL SKA

Pero los sound systems dieron mucho más de sí. Debido a la inexistencia de un mercado musical jamaiquino, congregaban a la gente en las plazas de una manera más o menos masiva para escuchar esta música de corte estadounidense. Pero eso cambió cuando en 1958, el primer minsitro Edwars Seaga fundó los West Indian Records Limited, promoviendo así la producción de artistas locales. Nacería un movimiento de fusión, que reinterpretaba los himnos estadounidenses con estilos propiamente jamaiquinos. El rythm n blues se fusionó con sonidos como el calipso, y sobre todo, el mento.

El primer nombre que podríamos relacionar con el ska sería Prince Buster. Financiado por Duke Reid (sí, el de los camiones y el sello discográfico), se dispuso a grabar uno de los primeros discos para el sello Wild Bells. Y sería durante estas sesiones cuando, en busca de algo nuevo, pidió a su guitarrista Jah jerry que “cambiara el acento” de la guitarra, dejando así registrado por primera vez el característico ritmo del ska que todos conocemos, con el segundo y cuarto pulsos acentuados.

música skinhead reggae

Nacía el Ska. Un éxito. Una bomba pacífica y buenrrollera que pronto traspasó fronteras y se extendió por distintos continentes. La música que se convertiría en símbolo de jamaica, y de su ansiada independencia en 1962. Es la época de The Skatalities, Byron Lee & The Dragonaires, o Derrick Morgan.

Los protagonistas, por ahora, serían los Rude Boys. Antecedentes de los skins, vestían trajes caros a modo de los gángsters de las películas americanas, a quienes trataban de emular. No faltarían las malas caras, las drogas y la violencia. Pronto el ska se convirtió en un himno que bailaban lentamente y orgullosos.

Hasta que apareció el rocksteady para quitarle el trono y ocupar su puesto en la vida de los rudies.

 

SEGUNDA OLA DEL SKA

¿Somos de donde venimos o en lo que nos convertimos con el tiempo? Probablemente, las dos cosas. Lo que no podemos hacer es negar el papel que Inglaterra tuvo en esta etapa, en la construcción de lo que hoy conocemos como ska. El de segunda generación, o 2 tone. Cogieron la influencia Jamaicana y la llevaron a su terreno, un terreno que en ese momento era escabroso, irreverente y una fuente de rabia juvenil inagotable.

Es curioso cómo tendemos a denominar muchas corrientes musicales en base a sellos musicales. Es como si necesitásemos algo tangible para limitar la música y así poder agruparla. Y el 2tone no es una excepción: es el nombre del sello que nacería en 1979 de manos de Jerry Dammers , el archiconocido teclista y líder de los ya consagrados The Specials.

Habían pasado ya unos cuantos años desde el primer auge del ska, desde su surgimiento en Jaimaica y el boom de los primeros Sound Systems. Pero no había desaparecido la fuerza. Es la época de The Specials, Madness, The Selecter, Bad Manners, The Beat o The Bodysnatchers.

2 tone ska

Two tone no es sólo música: es un símbolo deliberado contra el racismo. El blanco y el negro. La música y la hermandad. La condición de colonia inglesa que sufría Jamaica derivó, a pesar de todo, en un rico intercambio cultural entre ambos países, amén de una inmigración hacia el viejo continente que llevaba consigo música, ideales, y unos cuantos rude boys.

De la mezcla de Jamaica e Inglattera nacería el Skinhead. Elegancia en el vestir, scooters, pelo rapado o muy corto, tirantes,  música negra, botas Dr Martens, camisas Ben Sherman y prendas Fred Perry. (Las famosas “bombers” no fueron utilizadas hasta mucho tiempo después.)  En este momento el ska se encrudece ligeramente, se ironiza, se llena de cromatismos y de sentido del humor. Pero los rude boys se relajan: beben más cerveza y se divierten más, alejándose (al menos en parte) de la violencia gratuita repartida por sus predecesores.

A las canciones nos remitimos, por supuesto.

 

 

PUNK Y OI, LA AUTÉNTICA MÚSICA SKINHEAD

Luego apareció el punk. Y arrasó con todo. Llegó con su vitalidad antitodo y sus ganas de desafiar conciencias, éticas y moralina. Su destello fue fugaz, pero lo cegó todo.

Paralelamente a la segunda ola del ska, nació, estalló y se desgastó uno de los movimientos musicales ingleses que más han marcado la historia de la música contemporánea: el punk. Con sus líneas sucias, sus músicos sin experiencia y su energía arrolladora. The Clash, The Damned, o los Sex Pistols son algunos de sus exponentes británicos. Muy pronto, su irreverencia antisistema atraería a una buena parte de la escena skinhead. Mientras unos continuaron fieles a la música festiva anterior (el famoso “spirit of 69”) otros se entregaron por completo a la revolución provocativa del punk.

skinhead música

 

De estas lindes nacería, más tarde, el Oi!, como género auténticamente skinhead per se. Y esta ya es otra historia. Una vez más, la música fue mucho más que música. No sólo fue el resultado de la influencia del punk: también era cerveza, fútbol, violencia e himnos de hooligans. Un nuevo símbolo de identidad. Cockney Rejects, Sham 69, Cock Sparrer o The Business fueron algunas de las primeras bandas que compusieron Oi!, también conocido como street punk o real punk, que estalló con la llegada de los 80. Rápido, muy rápido, fue demonizado, malinterpretado y relacionado con disturbios violentos. En España, serían Decibelios el primer grupo encargado de difundir este sonido, y su cultura, por nuestras fronteras.

Los 90 se caracterizan por el renacimiento de un interés exacerbado por la música Oi. Estados unidos y Europa continental, lo retoman y actualizan, llenándolo de influencias contemporáneas como el hardcore o el metal, a veces incluso del rap, actualizándolo para la década y fusionándolo continuamente. Hasta hoy: Agnostic Front, Warzone, Blood for blood, Non Servium, Perkele…son solo algunos de los cientos de ejemplos existentes.

TERCERA OLA DEL SKA

Sin embargo, el espíritu del 69 nunca llegó a morir del todo. De hecho, el ska se ha mantenido vivo debido a su versatilidad y a su capacidad de fusionarse con toda suerte de géneros actuales. Acepta todo tipo de sonidos y folklores, y siempre seguirá siendo un festivo símbolo de la denuncia política y social que en su día surgió desde Jamaica.

A mediados y finales de los 80 el ska vuelve a suscitar interés a nivel internacional. Será la tercera ola, su internacionalicación masiva, cuandoque aparecieron grupos como The toasters o The busters. Además surge, y con fuerza, para quedarse, la primera ola de ska latino con grupos como Maldita Vecindad en México, o Los Intocables y Los fabulosos Cadillacs en Argentina.

MÚSICA SKINHEAD EN ESPAÑA

En España surgen también una serie de grupos como Kortatu, Skatalá o Potato. En la España de los 90 y los 2000 destacaron gran variedad de grupos, desde aquellos que hacían un ska más clásico (como Skalariak) a la fusión que triunfó en todo el mundo con Ska-p.

Grupos de Oi!, ska y punk en español: Kaos Urbano, Núcleo Terco, Aquemarropa, RPG7, Asako 1312, Non Servium, Uno Di Noi, Hors Controle, Against you, Arkada Sozial,  Knock out, Sangre Salvaje…

música skin


3 respuestas a “Skinheads: una historia escrita en música

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