Una obsesión al día: Non Servium

non servium oi!

Han pasado más de veinte años desde que estos (quizá ya no tan) jóvenes mostoleños decidiesen juntar toda su rabia, moldearla y hacerla música oi!. Veinte años desde sus primeras actuaciones, de letras irreverentes escupidas en un escenario frente a un puñado de crestas y cabezas rapadas. Veinte años pueden parecer muchos, pero Non Servium sigue en la brecha.

Porque son mucho más que un grupo mítico en nuestro país. Son el ejemplo de cómo cambiar a lo largo de los años, ya sea de formación o de estilo musical, de cómo adaptarte, hacerte grande, crear escuela sin perder nunca tu esencia ni ese «espíritu del oi!» del que hacen gala.

Non Servium, el espíritu del oi!

Non Servium tiene ese punto de rabia, de odio bien conducido. Tienen esa capacidad de llenar nuestras venas de adrenalina y de ganas de romperlo todo. Su música nos recuerda que aunque todo parezca perdido, siempre quedará molestar y seguir haciendo daño. Son la voz que nos invita a seguir jodiendo por el puro placer de joder. Esto es algo que dejan muy claro en todos sus conciertos cuando abren con el clásico tema «Tu ira», en el cual podemos escuchar la frase «Sigue pasando el tiempo y aún queremos hacer daño».

La música de Non Servium ha marcado el espíritu de una generación entera. En el estado español, y en gran parte de Latinoamérica, no encontrarás a ningún punk o skin que no conozca sus canciones. Han sido la banda sonora de cientos de viajes en coche hacia otras ciudades en busca de conciertos, partidos de fútbol y emociones fuertes. Han sido coros de voces en bares o callejones dando vida a interminables noches de alcohol. También han sido gritos de rabia y frustración en los momentos difíciles. Non Servium ha sido la voz de una generación que no se sentía parte de eso que llamaban y siguen llamando «sociedad».

Mostoleños y orgullosos, el legado de Non Servium

Antisociales y orgullosos, con el alcohol y la violencia por bandera, este grupo madrileño ha conseguido colocar un barrio obrero y periférico como es Móstoles en el mapa internacional. Desde aquel mítico «Seguimos siendo» grabado en 1999, cabezas rapadas de todas las partes del mundo han coreado a estos «provocadores mostoleños» transmitiendo ese valor que luego se reforzaría con la canción «Mi barrio or die» y consiguiendo un curioso efecto: Barrios como La Moraleja, Las Rozas o Retiro son completamente desconocidos para los jóvenes skinheads y punks de todo el mundo; pero Móstoles y Vallecas están grabados a fuego en su mente.

Por todo esto seguiremos yendo a ver a Non Servium en directo. Porque son el grito de rabia que nos ha visto crecer. Porque nos recuerdan que siempre hay razones por las que luchar. Porque nos enseñaron a mantenernos firmes y a escupir sobre las cosas que no nos gustan. Y porque… joder, suenan de la hostia.

 

En esta entrada hemos querido recopilar algunas canciones de Non Servium que creemos que nunca pasarán de moda.

 

Texto y fotografía: Íñigo Diego


4 respuestas a “Una obsesión al día: Non Servium

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